En el corazón de la Reserva de la Biosfera Maya (RBM) el jaguar es mucho más que un depredador, es el símbolo del equilibrio natural, un guardián ancestral de la biodiversidad en Guatemala.
A medida que los seres humanos han invadido el hábitat natural del jaguar, la expansión de la agricultura y la ganadería hacia las áreas cercanas a las zonas protegidas de la RBM ha incrementado los encuentros entre los productores y estos felinos. Este conflicto se ha evidenciado en encuestas realizadas a ganaderos en la región, donde se han reportado ataques ocasionales al ganado, generando pérdidas económicas significativas. No es raro escuchar relatos de ganaderos preocupados por su sustento que temen la presencia del jaguar en sus fincas.
Aunque solo un número limitado de ganaderos reporta ataques directos por parte del jaguar, la percepción de este felino como una amenaza constante ha impulsado a muchos a tomar medidas drásticas para proteger su patrimonio. Algunos, sin admitirlo abiertamente, han recurrido a la caza de estos majestuosos depredadores por temor a que sus pérdidas se incrementen. En comunidades pequeñas, la pérdida de unas pocas reses puede resultar devastadora.
En un intento por encontrar un equilibrio entre las personas y la conservación de la vida silvestre, mediante el proyecto Paisajes Mayas Sostenibles del Petén, implementado por Swisscontact con fondos de la Agencia Sueca de Cooperación para el Desarrollo Internacional -ASDI-, se encontró una solución, la Fundación ProPetén promueve la utilización de barreras eléctricas de bajo impacto; que no causan daño a los animales.
Las cercas eléctricas funcionan como una barrera eficaz que mantiene alejados a los jaguares y a otros grandes carnívoros, como el puma, que también habitan en estas áreas. Al disminuir los ataques al ganado, se elimina la motivación de los ganaderos para tomar represalias contra estos felinos, lo que fomenta una convivencia pacífica entre ambos.
Experiencias de otros países, refuerzan el trabajo que realizamos, como la de Fazenda San Francisco en Brasil, donde la implementación de cercas eléctricas ha reducido las pérdidas por depredación del 3.5% al 0.4% en menos de un año, demuestran la efectividad de estas soluciones para mitigar las pérdidas económicas. Asimismo, en Costa Rica, un estudio realizado en 2009 aplicó estrategias antidepredatorias en 13 fincas ganaderas situadas en corredores biológicos clave. En el 100% de los casos, no se registraron nuevos ataques de depredación durante periodo de 6 a 10 meses. (Fuente: ProPetén)
Mientras que a través del proyecto Paisajes Mayas Sostenibles, se ha facilitado el acceso a la tecnología necesaria para la instalación de barreras eléctricas; la organización ProPetén ha trabajado estrechamente con las comunidades, ofreciendo apoyo técnico y asesoramiento sobre la gestión de la convivencia con la fauna silvestre.
Esta colaboración no solo implementa soluciones efectivas, sino que también promueve un cambio de mentalidad en las comunidades locales. Para muchos, el jaguar ha dejado de ser un enemigo temido y se ha convertido en un símbolo de la riqueza natural de la región y su preservación es esencial para el medio ambiente.
Cabe destacar, que como parte de Paisajes Mayas Sostenibles, el Gobierno de Suecia y su socio implementador Swisscontact, están promoviendo también empleos y habilidades verdes, el cuidado y la conservación de la Reserva de la Biosfera Maya, como parte del programa #PeténMásSostenible. Esta iniciativa forma parte de la agenda de inversiones Global Gateway del Equipo Europa, que incluye a la Unión Europea, Alemania, España, Irlanda y Suecia, así como a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).