Un gran porcentaje de la población guatemalteca vive por debajo del umbral de la pobreza (59,3%). Además, hay un enorme desfase entre la fuerza laboral y la oferta de oportunidades de empleo formal. Para generar ingresos, la gente guatemalteca ha recurrido al emprendedurismo. Según el Global Entrepreneurship Monitor, 79.8% de la población guatemalteca se inclina por el emprendedurismo, y cerca del 40% de la fuerza laboral local trabaja por su cuenta.
Esto significa que, para fomentar el desarrollo económico mediante el emprendedurismo, los emprendedores necesitan tener acceso a servicios y recursos especializados a fin de crear y acrecentar negocios sostenibles. Sin embargo, la red local de apoyo empresarial está mayormente compuesta por las ESO generalistas, con pocos casos de especialización, lo cual dificulta la colaboración ascendente y descendente. Con demasiada frecuencia los emprendedores se encuentran en terreno incierto, donde no están preparados para los programas o las inversiones de la fase posterior y no encuentran el apoyo financiero que necesitan. Sigue habiendo una apremiante necesidad de instrumentos que refuercen el concepto de que los distintos tipos de emprendedores en distintas etapas de desarrollo requieren diversos tipos de apoyo y fomentan la colaboración activa entre los sectores del ecosistema empresarial.
En respuesta a esos retos, estamos apoyando iniciativas ascendentes a fin de que: a) el ecosistema sea más inclusivo y equitativo; b) fortalecer la colaboración y la especialización entre los actores del ecosistema; (c) propiciar un entorno donde las nuevas empresas puedan prosperar.
El proyecto opera en cuatro pilares:
Swisscontact trabaja estrechamente con las organizaciones locales de apoyo al emprendedurismo, con los inversores, los empresarios y el sector público para garantizar que puedan colaborar activamente en la creación de un ecosistema empresarial más robusto.
El proyecto logró facilitar una colaboración más cuantiosa y mejor entre los agentes del ecosistema gracias a que generó confianza, lo que se tradujo en programas coorganizados por las organizaciones de apoyo empresarial (ESO), capacitaciones conjuntas, eventos y productos tales como la Startup Act (Ley de creación de empresas).
Además, los emprendedores informaron que el Startkit les ayudó a encontrar los instrumentos y servicios que necesitaban, lo cual, según las ESO, incrementó el alcance de sus programas y la tasa de éxito de los emprendedores que contrataron sus servicios. Las ESO hablan cada vez más de sus programas especializados, que se centran en los fundadores y en sus negocios específicos.
Intervenciones tales como el Hackatón de Políticas abrieron vías para conectar el ecosistema empresarial con el gobierno, pero aún queda mucho por hacer en cuanto a la asistencia técnica para el sector público a fin de dotarlo de una mayor capacidad de respuesta ante los desafíos de emprendedores, inversores y actores del ecosistema de apoyo.
Poco a poco el ecosistema de inversión se abre a las inversiones de impacto, y los inversores de capital riesgo están explorando procedimientos conjuntos con organizaciones multilaterales y agencias de cooperación.
Las mujeres tienen mayor representación, y se están asignando más recursos a los programas que priorizan a las mujeres fundadoras que crean empresas con vocación de crecimiento, lo cual es un tema relativamente nuevo en este ecosistema. Sin embargo, sigue siendo necesario crear mejores vías para que las mujeres se integren en las industrias dominadas por los hombres.
El proyecto ha tenido logros importantes: