En Antioquia, la reducción fue del 23%, impulsada por el trabajo conjunto del gobierno, organizaciones y productores locales, quienes promueven la agroforestería como solución ambiental y sostenible. Swisscontact también está presente en la región aportando significativamente a este avance a través del proyecto Paisajes + Sostenibles, cofinanciado por la Secretaría de Estado de Asuntos Económicos (SECO) a través del SWISSCO Landscape Programme.
En Magdalena Medio y Urabá, trabajamos de la mano con productores locales para transformar los paisajes a través de cadenas de valor sostenibles, reduciendo la deforestación en áreas altamente afectadas.
Mediante capacitaciones en agricultura climáticamente inteligente e incentivos económicos, promovemos la conservación de los bosques y aseguramos un futuro más resiliente para las comunidades, contribuyendo a revertir el daño ambiental y a construir un entorno más sostenible.
Capacitamos a 220 productores y productoras en los múltiples beneficios que los árboles aportan a los cultivos de cacao, la biodiversidad y la salud humana. Los árboles previenen la erosión, mejoran la retención de agua y aumentan la fertilidad del suelo al aportar materia orgánica. Además, absorben dióxido de carbono y liberan oxígeno, mejorando la calidad del aire, y brindan sombra, reduciendo las temperaturas extremas para crear entornos más habitables.
Estas formaciones también se han centrado en el cuidado del suelo, enseñando a los productores a elaborar bioinsumos naturales que nutren el suelo y eliminan la necesidad de químicos dañinos para la tierra y los consumidores. Además, se han destacado las ventajas de la agricultura regenerativa para mejorar la calidad y el rendimiento de los cultivos de cacao.
Respecto a los bioinsumos naturales se trata de biofertilizantes como microbiales que fijan el nitrógeno, solubilizadores de fósforo, movilizadores de potasio. También Bio Inoculantes que son algunas bacterias, hongos, algas y virus que promueven el crecimiento, desarrollo, nutrición y tolerancia al estrés de los cultivos y biopesticidas que parte de minerales, aceites, algas y bacterias y de organismo como insectos.
Swisscontact, junto con socios como Fundación Pakka/Equiori, Colcocoa y SAN (Sustainable Agriculture Network), ha trabajado para empoderar a estas comunidades mediante la cartografía social, identificando riesgos climáticos y desarrollando estrategias de mitigación que ahora forman parte del conocimiento local, aplicables a otras cadenas productivas como la ganadería y el cultivo de banano.
Entre 2023 y 2024, 17 fincas han incorporado más de 500 árboles en sus cultivos de cacao, con la meta de alcanzar 2,800 árboles para 2025. Estos árboles no solo proporcionan sombra y madera, sino que son aliados en la lucha contra el cambio climático: estabilizan los suelos, regulan el agua y capturan dióxido de carbono. Además, crean hábitats para numerosas especies y contribuyen a la restauración de la fauna y flora, generando microclimas favorables tanto para el cacao como para los agricultores.
La lucha contra la deforestación no se gana solo con conocimiento; también requiere incentivos económicos. En colaboración con dos organizaciones, Solidaridad y Plan T, estamos ofreciendo incentivos que, hasta ahora, han beneficiado a más de 700 productores. A través del cultivo de cacao y la conservación de bosques, estos productores están capturando carbono y asegurando un ingreso sostenible.
Estos incentivos se estructuran en una combinación de transacciones monetarias, capacitaciones y monitoreo de la captura de CO₂ por parte de los productores.
En el caso de nuestro socio Solidaridad, por ejemplo, se centra en la capacidad de captura de carbono de los cultivos, exigiendo a los productores cumplir con ciertos requisitos que incluyen la edad del cultivo, la implementación de buenas prácticas agrícolas, el uso de bioinsumos para la nutrición del suelo, la realización de podas y otras acciones.
Por otro lado, Plan T se encarga de ofrecer incentivos monetarios y fomentar tanto la reforestación activa como pasiva en los bosques que los productores conservan en sus terrenos. Además, Plan T mide y monitorea la situación para prevenir la deforestación, asegurando que los productores diversifiquen sus ingresos a través de la conservación de los bosques.
Antioquia vive un momento de esperanza, donde cada árbol plantado y cada productor capacitado contribuyen a un cambio significativo. La región demuestra que la colaboración y el compromiso pueden revertir los efectos de la deforestación, construyendo un futuro más sostenible para todos.
"Ahora estamos en algo muy, muy bueno en lo que tiene que ver con con paisajes sostenibles. Lo vemos como una alternativa de solución tanto al mejoramiento de suelos como también para la mejor productividad del cacao, el mejoramiento de suelos, por lo que es, digamos, el mantener nuestras unidades productivas y limpias que son orgánicas."
Las escuelas de campo en estas áreas son el núcleo de esta transformación, donde la agroforestería y la reforestación se han convertido en prácticas cotidianas. De esta manera, la restauración activa y pasiva de los bosques avanza, ofreciendo compensaciones a los productores por su labor de conservación, así como materiales para la siembra de nuevos árboles.
En esta historia de transformación, la agroforestería no solo restaura el paisaje, sino también el tejido social de una comunidad decidida a luchar por su futuro.