La prestación de servicios de transporte urbano está principalmente en manos de proveedores privados informales, quienes carecen de incentivos para priorizar la seguridad, la calidad y la satisfacción del cliente.
La movilidad urbana actual en Perú genera externalidades negativas excepcionalmente altas para la población, entre ellas mala calidad del aire, problemas de seguridad, desigualdad de género y largos tiempos de viaje. La antigüedad de las flotas de transporte agrava la contaminación y las altas emisiones, convirtiendo a Lima, Arequipa y Trujillo en las ciudades más contaminadas del país.
La seguridad es un problema crítico: Perú tiene la tasa de mortalidad por accidentes de tráfico más alta de América Latina. En 2019, el 95,7 % de los accidentes de tráfico y el 76,7 % de las muertes ocurrieron en zonas urbanas.
Los problemas de seguridad afectan desproporcionadamente a las mujeres, especialmente a aquellas que no tienen acceso a un vehículo y que a menudo se enfrentan a bajos ingresos y empleos por horas. Un estudio realizado en 2020 en Lima y Callao reveló que tres de cada cuatro mujeres han sufrido acoso en el transporte público.
El proyecto facilita la implementación de la agenda de reforma de la movilidad urbana en Perú al proporcionar un fondo de asistencia técnica a través de una plataforma que fomenta la colaboración horizontal y vertical entre las partes interesadas.
Este fondo brinda la oportunidad de incorporar las mejores prácticas internacionales, incluida la experiencia suiza, así como las experiencias de los usuarios del transporte público y los proveedores de servicios privados, con el objetivo de fomentar la innovación y mejorar la calidad del servicio.
Los recursos del proyecto son un instrumento clave para apoyar al Gobierno peruano en la implementación de sus políticas nacionales. Además, proporciona un marco para fortalecer la cooperación intersectorial y las capacidades de los beneficiarios.
Los beneficiarios directos del fondo son las entidades clave en movilidad urbana, desde el nivel nacional hasta el municipal, así como los proveedores de servicios privados.
El proyecto opera tanto a nivel de políticas nacionales como en municipios seleccionados, con el objetivo de mejorar la gestión y operación de los servicios de transporte. Está estructurado en cuatro componentes, que incluyen a las partes interesadas clave en los niveles nacional y municipal, así como a los usuarios del transporte público y proveedores de servicios privados.
Además, el proyecto apoya a los actores clave del sector en sus esfuerzos por implementar reformas de movilidad urbana en Perú, mediante el desarrollo conjunto de actividades y la convocatoria de propuestas dirigidas a municipios, autoridades de transporte urbano, organizaciones de la sociedad civil y proveedores de servicios privados. Todo ello dentro del marco de administración del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones y el Ministerio de Vivienda y Saneamiento Básico.
A través de un enfoque de múltiples actores, el proyecto busca impulsar la innovación y ampliar la implementación de proyectos piloto exitosos.
Según el proyecto, la calidad de la movilidad urbana en Perú debería haber mejorado en los siguientes ámbitos: