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A este escenario de conmoción, se sumó en marzo de 2020, la aparición de la pandemia del COVID-19 en Perú y Bolivia, lo que ocasionó declaratorias de emergencia sanitaria en ambos países, con un conjunto de restricciones de circulación que afectaron la programación inicialmente planteada. En ese sentido, se propuso un ajuste a la programación inicialmente establecida con ampliación de plazo de ejecución del proyecto, así como un acuerdo para reformular algunos indicadores de resultado definidos inicialmente. Como consecuencia, se reformulo el Documento de Proyecto, el Marco Lógico y amplió el plazo de ejecución (hasta diciembre de 2021), lo que permitió una programación más acorde a las condiciones marco del contexto.
En respuesta a este contexto, se reajustaron las estrategias de implementación internas que permitieron alcanzar ampliamente los resultados planteados por el proyecto tales como la identificación, capacitación continua y acompañamiento a promotores locales que ejecutaron la transferencia de conocimientos de “productor a productor”, lo que permitió ampliar rápidamente la cobertura de trabajo a nivel de campo con los productores primarios de Cañahua y Tarwi (C&T); la utilización de tecnologías de información y comunicación para fortalecer la transferencia de conocimientos a los beneficiarios a través de cuñas radiales, mensajes por WhatsApp, etc.; así como coadyuvar en el establecimiento de alianzas comerciales entre los pequeños productores y las empresas transformadoras que trabajaron con el proyecto (plataforma virtual Zoom y otras);. Por último, la realización de encuentros presenciales, tanto de intercambio de experiencias locales e internacionales como actividades de capacitación y asistencia técnica a nivel de campo, con una serie de medidas de bioseguridad implementadas.
Las dos campañas agrícolas apoyadas por el proyecto (2019/20 y 2020/21) permitieron que 1699 familias de pequeños productores1 de Cañahua y Tarwi de siete municipios de Bolivia (Jesús de Machaca, Caquiaviri, Acasio y Anzaldo) y Perú (Zepita, Yunguyo y Copani) mejoren sus capacidades de resiliencia para hacer frente al cambio climático a través de la siembra de variedades resilientes (tres variedades de Cañahua y dos de Tarwi) que demostraron buen comportamiento a eventos extremos recurrentes (granizadas, heladas, periodos de sequía). También se logró la promoción y revalorización de 29 Buenas Prácticas Agrícolas/Secretos de Crianza para la producción, cosecha, post cosecha, almacenamiento y venta de excedentes de C&T con apoyo de promotores locales; intercambio de experiencias entre productores y técnicos tanto a nivel local e internacional; el incentivo al consumo familiar de C&T a través de la diversificación de las dietas locales; y la consolidación de alianzas comerciales con Pyme transformadoras a través de encuentros virtuales y presenciales.
Como parte de la cadena de valor de la C&T, por medio del proyecto se apoyó a cuatro Pyme/asociación de pequeños productores en Bolivia y Perú a través de la generación de capacidades para la transformación de productos (10 nuevos productos transformados), inversión compartida en equipamiento a través de convenios con compromisos de ambas partes como mecanismos de incentivos, apertura de seis nuevos mercados públicos y privados, aumento en el volumen de ventas de un promedia del 42,5%, así como el mejoramiento de procesos de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) y el sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP) y capacidades administrativas internos, en el marco de sus planes de negocio inclusivos productivos-comerciales. Paralelamente, se aumentó el consumo consciente de C&T en el mercado interno de ambos países a través de acciones de promoción y concientización con jóvenes gastronómicos e influencers, uso de redes sociales y concursos.
1 El proyecto estableció como grupo meta llegar a apoyar a 1.200 familias de pequeños productores de C&T, misma que superada en 41,53%, llegando a beneficiar a 1.699 familias de pequeños productores de C&T.