ProJoven es un programa financiado por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación COSUDE e implementado por Swisscontact, una fundación en donde la transformación digital es parte del ADN institucional.
Para José Portillo, director de proyectos de Jóvenes Metas, socio de ProJoven, lo califica como programa efectivo ya que en corto tiempo, las y los jóvenes participantes de la formación dual lograron un cambio significativo: “Entre agosto de 2021 a febrero de 2022 formamos cerca de mil jóvenes y, a través de la intermediación, colocamos 732 en el mercado laboral. Según sondeos, esto puede tardar dos años en otras organizaciones y nosotros, con ProJoven y la plataforma de intermediación desarrollada con AMEXID, lo hicimos en seis meses. Nos ayudó la tecnología combinada con la formación dual, donde los jóvenes aprenden con la maquinaria y equipo de la empresa, eso nos ahorró costos y fue más efectiva”, expresó el director.
Y sumada a la formación, se fortalecieron las habilidades blandas y el apoyo psicológico. "Usamos la metodología psicosocial de ProJoven para formar jóvenes empoderados. Esta es otra innovación porque las herramientas estaban en línea, era dinámica, práctica, fácil de compartir y validada por el Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP). Hubo un psicólogo disponible a través de una línea de contingencia, porque si tenemos un hogar desintegrado o carecemos de una fuente de empleo, se afecta el rendimiento educativo y laboral”, señala Portillo.
Algo importante a destacar es la posibilidad de monitoreas la sostenibilidad de las acciones de formación y la entrada al mercado de trabajo de la juventud. En ese sentido, ProJoven desarrolló el sistema SISPROJOVEN que permite reclectar data y hacer ajustes para lograr objetivos
Un plus clave a este tipo de formación fue la entrega de un estipendio de transporte de L2,000 (US$ 75) por persona a través de una billetera electrónica (desarrollada previamente por la organización con apoyo de AMEXID) con resultados favorables: “Subimos el porcentaje de inserción porque bajó la probabilidad de deserción ya que se garantizaba la asistencia de los jóvenes a las formaciones dentro de la empresa y muchos se quedaron trabajando ahí. Un estudiante de derecho empezó en un bufete de abogados, aprendió a hacer procesos jurídicos de importación y ahora le pagan un sueldo mensual de L20,000 (US$750). Él no hubiese podido adquirir esas habilidades sin el estipendio”, explica José Portillo.