El biocarbón mejora la estructura del suelo, la retención de agua y reduce la pérdida de nutrientes.
Para dar recomendaciones a los arroceros sobre cómo mejorar la fertilidad del suelo y aumentar el rendimiento del arroz, durante el proyecto se realizaron varios experimentos en distintas parcelas y combinaciones de ellas.
El arroz es esencial para la seguridad alimentaria de los países en vías de desarrollo. En Benín, la superficie potencialmente utilizable para el cultivo del arroz se estima en 375 mil hectáreas. De ellas, sólo se utiliza el 21%, lo que equivale a 531 mil toneladas de arroz bruto producidas en 2022. Esto solo cubre el 60% de las necesidades del país, mientras que la tasa de crecimiento del 3.2% está muy por debajo del 5% proyectado. A esto hay que añadir que el cultivo tradicional del arroz está llegando a sus límites, debido principalmente al cambio climático y a la degradación del suelo.
Los resultados demuestran que el uso de bio-carbón (biochar) aumenta de forma significativa la producción del arroz, y si se usa en combinación con abono orgánico (compost) aumenta en más de un 58%, y en casi un 20% si se usa en combinación con micro fertilizantes minerales. Si todos los demás parámetros se mantienen constantes, el bio-carbón ofrece una solución prometedora para contrarrestar la disminución de la fertilidad del suelo y la destrucción del medio ambiente. La difusión de esta práctica puede contribuir a mejorar las condiciones de vida y los ingresos de los productores de arroz.
Para promover el uso del bio-carbón y confirmar las tendencias observadas, el equipo del proyecto está organizando cursos para fabricar bio-carbón a partir de los residuos de las cosechas, la creación de abono orgánico y la ampliación del uso de bio-carbón en otros cultivos.
Además de promover el uso del bio-carbón, el proyecto apoya al sector arrocero con diversas iniciativas, como la producción de semillas certificadas, la formación en buenas prácticas agrícolas, la creación de agrupaciones agrícolas, la preparación de arrozales, la construcción de unidades de almacenamiento postcosecha, la adquisición de trilladoras polivalentes y una planta de procesamiento de arroz.
El bio-carbón es una solución probada para aumentar la productividad del cultivo de arroz en Benín, al mismo tiempo refuerza la capacidad de los agricultores para hacerle frente a los retos que plantea el cambio climático. Todas las iniciativas del proyecto pretenden promover el desarrollo del cultivo del arroz y mejorar la calidad de vida de las familias productoras. Al final, toda la población rural de Benín se beneficia de esta apuesta por una agricultura sostenible y resiliente.
Este proyecto (Programme d'Appui au Secteur du Développement Rural (PASDeR)) está financiado por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación y ejecutado por el consorcio Swisscontact-LARES.