MENÚ
Volver
es
David, de 54 años, estudia para titularse en técnico superior en Electricidad Industrial, aunque ejerce casi desde nacido.
“Antes de que nos den una sonajera, cuando nacemos, a nosotros nos dan una llave Crescent (llave inglesa)”, cuenta David sobre su familia.
Su padre era mecánico de maquinaria pesada y David creció “metido en el mundo de los fierros”.
Vivieron en distintas ciudades e incluso fuera del país, pero cuando su papá enfermó, él y sus dos hermanos tuvieron que hacerse cargo de la familia y dejar de lado sus deseos de estudiar una carrera.
rabajar en el área es hereditario en su familia. Ahora su hijo estudia con él en el Instituto Tecnológico Santa Cruz.
“Hay becas, deberías inscribirte”, le dijo David a su hijo. “Me inscribo si vos también”, le respondió y ambos terminaron siendo compañeros.
Se enteraron gracias a una familiar de que faltaban estudiantes y que ofrecían becas, y como suelen tener entre las mejores notas de su clase han cubierto casi toda su formación gracias a esas subvenciones del instituto que les permitirá contar con títulos en este legado familiar del trabajo en mecánica y la electricidad industrial.
Mientras trabajaba en su taller, una vez llegó un cliente. Tenía un electrobisturí que tenía todos sus circuitos borrados.
Tras repararlo, decidió diseñar uno propio con funciones mejoradas que permitan hacer cirugías veterinarias más sencillas y menos riesgosas, con la posibilidad de intervenir en tejidos en zonas más pequeñas como la cara y la boca misma, gracias a una pinza que incluyó en el diseño.
Esta herramienta tiene varias funciones como cauterizar el tejido mientras se realiza el corte para evitar hemorragias.
El electrobisturí ya se encuentra en uso por un veterinario en el área rural.
El diseño está listo y se pueden más cuando se requieran en este taller donde todos los días se arman cosas nuevas.
Nota: El Instituto mencionado en esta nota es parte del sistema público de formación, dependiente del Ministerio de Educación del Estado Plurinacional de Bolivia y, actualmente, cuenta con el apoyo del proyecto Formación Técnica Profesional de la Cooperación para el Desarrollo de la Embajada de Suiza en Bolivia, ejecutado por el consorcio Swisscontact-FAUTAPO.