El Foro Internacional de Movilidad Humana se consolidó como un espacio clave para analizar y debatir los desafíos actuales de la movilidad humana. El evento congregó a expertos, autoridades y organizaciones locales, nacionales e internacionales, resaltando la importancia de una gobernanza migratoria fundamentada en los derechos humanos y la cooperación regional.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos inició la jornada destacando los múltiples factores que influyen en la movilidad humana, desde las crisis políticas y sociales hasta el impacto del cambio climático. En este contexto, se subrayó la urgencia de atender los movimientos mixtos, las dificultades legales y los retos derivados de los retornos forzados.
Durante un panel liderado por Yolanda Villavicencio Mappy, de la Cancillería de Colombia, se presentó la Estrategia EPPA, orientada a la promoción, protección y atención de migrantes. Karen Rada, de la Gobernación del Valle del Cauca, y Flavio Carabalí, de la Alcaldía de Cali, recalcaron la importancia de la integración regional para fortalecer la respuesta a la movilidad. Además, María Fernanda Molina, directora de Migración Colombia, anunció avances en la regularización migratoria con más de 700.000 permisos por protección temporal entregados, aunque reconoció las dificultades frente a la migración irregular.
Desde Brasil, se compartieron experiencias en asistencia jurídica a migrantes, destacando la capacitación en derechos de niños y adolescentes, mientras que el Banco Unión enfatizó el potencial económico de la migración como motor de desarrollo. Según Adriana Otoya, la inclusión financiera debe complementarse con estrategias para la verdadera reintegración social y económica.
El foro abordó con profundidad los impactos devastadores de la movilidad forzada en grupos vulnerables:
Se presentó la Aplicación GIFMM, una innovadora herramienta que facilita la coordinación entre más de 40 organizaciones, optimizando la toma de decisiones en la atención a migrantes.
El foro concluyó con un llamado a la cooperación internacional, subrayando que la movilidad humana es un fenómeno multicausal que demanda respuestas colectivas, integrales y sostenibles.
Las y los participantes coincidieron en que solo mediante la inclusión, la protección de derechos y el fortalecimiento de capacidades se podrán transformar los desafíos de la migración en oportunidades de desarrollo para todos.