Este robot está compuesto por seis tipos de sensores, ruedas resistentes, una cámara y un brazo robotico que garantiza la seguridad de los trabajadores de las minas. También mide la temperatura y si hay riesgo de derrumbes, mientras es controlado completamente a distancia, gracias a un control de dron adaptado.
Este robot minero está diseñado para cuidar la salud y proteger la vida de los mineros, una práctica que no se cumple en las minas bolivianas, dice su creador Manuel Marconi, estudiante del Instituto Tecnológico IAI, de Oruro. Y es que, según datos en portales de noticias, al menos siete mineros murieron por inhalar gases tóxicos en 2017, cuatro en 2019 y tres en 2021.
Manuel vio la necesidad de crear un robot minero cuando pausó su carrera el año pasado para hacer el servicio militar obligatorio. Una de sus tareas era resguardar la seguridad de las minas ante los “jukus” (ladrones de mineral), así que muchas veces tuvo que recorrerlas sin la protección adecuada. “Vi lo inseguro que es la mina, lo peligroso de los gases. Nosotros igual entrábamos a la mina a hacer guardia ahí adentro (…) me quedé con esa idea y cuando estuve para la competencia en México me puse a averiguar”, recuerda.
Esto lo llevó a diseñar una forma de controlar el interior a distancia, sin poner en peligro a las personas.
El robot minero ofrece una transmisión del interior de la mina al instante a través de una cámara. Además, monitorea el aire y sube la información a una página web en tiempo real.
Manuel es a la robótica lo que un pez al agua. Desde el colegio, Manuel estuvo muy interesado en la robótica y participó de varias competencias como las Olimpiadas Científicas.
En este 2022, participó de la competencia internacional Infomatrix World, en México, donde logró el tercer lugar con su robot minero y puso el nombre de su instituto en lo más alto de los certámenes internacionales.
Ingresó a una carrera de ingeniería de forma directa, pero buscaba algo más específico, un instituto o centro de formación con talleres bien equipados.
La fuerza innovadora de Bolivia se encuentra en los Institutos Técnicos Tecnológicos, los Centros de Educación Alternativa y los Centros de Educación Especial del país, en cuyos talleres cada año se forman centenares de hombres y mujeres que con su talento y profesionalización buscan aportar a la reactivación económica y al desarrollo productivo de Bolivia.
Manuel encontró la formación que esperaba en el Instituto Tecnológico IAI y ahora también se encarga de que sus conocimientos se transmitan a otros trabajando como tutor de estudiantes de colegio que, como él, se dedican a competir en eventos de robótica nacionales e internacionales.
Amar un robot no se trata solo de ensamblar y soldar piezas, sino de programar funciones para que un conjunto de elementos actúe de forma autónoma. En parte, a eso se dedican en el instituto IAI: a formar profesionales independientes como Manuel.
La innovación lograda por Manuel forma parte de más de 20 desarrolladas en centros e institutos de formación técnica profesional en Bolivia recogidas en el "Catálogo de innovaciones de Centros Formación Técnica".
El proyecto Formación Técnica Profesional de la Cooperación para el Desarrollo de la Embajada de Suiza en Bolivia, ejecutado por el consorcio Swisscontact-FAUTAPO, apoya a estas instituciones formativas que generan experiencias de innovación gracias a la labor impulsada por docentes y estudiantes.