Mejoradas las prácticas comerciales, técnicas y/o financieras de las pequeñas empresas, especialmente de aquellas dirigidas por mujeres o que emplean principalmente a mujeres, jóvenes y/o personas marginadas que viven en pobreza.
Aumentada la productividad y las ventas de las mipyme y de las personas productoras.
Fortalecido el sistema de apoyo al desarrollo económico local para las pequeñas empresas y personas productoras.