Desde la experiencia del proyecto Oportunidades Rurales aprendimos que:
Es urgente integrar la perspectiva de género en las distintas actividades que comprenden el desarrollo económico inclusivo de la región Golfo de Fonseca para tener mayor participación de mujeres.
La capacitación de mujeres y hombres sobre equidad de género, igualdad de género y empoderamiento económico de la mujer:
Mejora su comprensión de la perspectiva de género en las actividades productivas y empresariales, así como en la vida de las personas.
Les ayuda a enfrentar las barreras que le impiden aprovechar de manera efectiva las oportunidades que se les presentan.
Para asegurar la participación de la mujer en diferentes actividades orientadas al desarrollo de sus capacidades, se debe tomar en consideración varios aspectos:
La carga de trabajo de las mujeres;
La realización de actividades en la aldea o comunidad de residencia;
Horarios de trabajo accesibles para las mujeres;
En el sector agrícola, para propiciar confianza en la mujer y predicar con el ejemplo, es importante la contratación de personal femenino para la asistencia técnica, la creación de espacios de formación exclusivos para mujeres y la introducción de equipo agrícola que reduce el uso de la fuerza física.
La identificación e introducción de mecanismos de apoyo para cuidado de hijos e hijas menores de mujeres asistiendo a capacitaciones u otras actividades.
Generar procesos de formación de la mujer en áreas técnicas ocupacionales que tradicionalmente han sido mayormente ocupadas por hombres, contribuye con la eliminación de barreras culturales que limitan a la mujer y le abre el camino para incursionar en nuevas áreas y crearse nuevas oportunidades para progresar y generar sus propios ingresos.
La metodología de capacitación debe tomar en consideración el rezago y miedo de mujeres por falta de oportunidades educativas expresadas en baja escolaridad, dificultades de lecto-escritura, pocas habilidades matemáticas y financieras, menor experiencia y dominio de algunas temáticas, tecnologías o temor para hablar en público, entre otros.
El acceso a tecnología incide favorablemente en la carga de trabajo y uso del tiempo de las mujeres.
El “control” sobre los recursos es determinante en el empoderamiento económico de la mujer.
Cualquier persona puede convertirse en emprendedora si cuenta con la preparación adecuada y los estímulos necesarios.
El éxito y el buen trabajo de las personas emprendedoras es resultado de su esfuerzo y empeño para levantar sus propios negocios y hacer que estos triunfen.
Juntarse con otras personas emprendedoras permite aprender de sus experiencias, tanto de los éxitos como de los obstáculos y sus formas de solución.
Emprender es sinónimo de trabajo, perseverancia, innovación constante y de disfrutar y creer en lo que se está haciendo.
Emprender es una oportunidad de ayudarse a sí mismo, ayudar a su familia y ayudar a otros generando oportunidades de empleo e ingresos para alcanzar un mejor bienestar.