En el marco del proyecto Mercados Inclusivos, Swisscontact trabajó con Biotop S.R.L. para realizar un piloto que evaluó el aporte de drones de aspersión para la producción orgánica de quinua del Altiplano Sur Boliviano, tomando en cuenta el clima, la altura sobre el nivel del mar, la situación socioeconómica y la tecnología agrícola disponible.
Desde el punto de vista de análisis de costes y beneficios en el cultivo de quinua, el uso de un dron aspersor es de US$ 40/ha en comparación con US$ 123/ha cuando se realiza la misma operación utilizando una mochila manual. Esto corresponde a un ahorro del 65%.
El uso de tecnología como drones ofrece grandes beneficios para agricultores:
La demanda de estos servicios no ha dejado de crecer; organizaciones de productores y empresas exportadoras ya han adquirido tecnología de drones de fumigación y son asesorados por la empresa Biotop S.R.L. en su manejo.
El uso de este tipo de tecnología se enmarca en la llamada agricultura de precisión que reduce costes, mejora la rentabilidad de los cultivos y disminuye el impacto ambiental al realizar la aplicación de agroinsumos dirigidos y ajustados a los requerimientos reales del cultivo. Además, estos drones fumigadores aplican los ingredientes activos utilizando un bajo volumen de agua; algo fundamental en el altiplano ya que el agua es muy escasa, con una precipitación media de 200 mm/año.
Debido a las condiciones socioeconómicas en Bolivia, la migración de los varones a las ciudades ha dado lugar a que las mujeres y los adultos mayores tomen la responsabilidad del manejo de los predios agropecuarios. Esto también ha generado que la mano de obra en las zonas de producción sea escasa y costosa, ocasionando un incremento de los costos de producción, especialmente en las aspersiones para el manejo de plagas y la cosecha de quinua. Esta situación implica una demanda mayor de tiempo de las mujeres en sus roles productivos, reproductivos y comunales, generando una serie de cambios al interior de las familias y los medios de vida de las personas.
Además, la escasez de agua dulce, tanto para el consumo humano como en los predios cultivados hace que las productoras deban acarrear agua por largas distancias para realizar las aspersiones.
Las investigaciones realizadas demostraron que el uso de un dron para fumigar el cultivo permite ahorrar el 80% del agua necesaria. Esta solución mitiga fundamentalmente el impacto del cambio climático que afecta la disponibilidad de agua y reduce la carga laboral que soportan las mujeres.
El proyecto Mercados Inclusivos busca mejorar las condiciones de vida de la población hombres y mujeres dedicados a actividades agrícolas o ganaderas; con especial atención a las mujeres y los jóvenes. Estas familias son especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático y la inseguridad alimentaria y se encuentran en el Altiplano y los valles interandinos de Bolivia.
El apoyo para introducir un servicio de fumigación con drones surgió de la necesidad de dar una solución beneficio/costo interesante que tome en cuente las limitantes climáticas y de mano de obra y que pueda ser pagado por las familias productoras.
Contextos de alta vulnerabilidad requieren innovaciones que incrementen la resiliencia económica, social y ambiental de mujeres y hombres, como lo es este ejemplo que compartimos desde Mercados Inclusivos en Bolivia.
Mercados Inclusivos se implementa en Bolivia con el financiamiento de la Cooperación de Suiza y la Cooperación de Suecia.