En América Latina, la urbanización y la transición demográfica han impulsado un incremento en la construcción informal. En Perú, el 93% del crecimiento urbano es informal, y alrededor del 70% del parque habitacional se considera informal, lo que equivale a casi 20 millones de personas residiendo en viviendas con un alto porcentaje de vulnerabilidad. La construcción de baja calidad y el proceso de construcción progresivo, en el que los propietarios se ajustan y amplían progresivamente sus viviendas a lo largo de un máximo de 30 años, suponen importantes amenazas para la seguridad, especialmente en una zona sísmica como el Cinturón de Fuego del Pacífico.
La construcción progresiva es un sistema en sí mismo, que involucra diferentes actores, mercados, desafíos y oportunidades. Por un lado, puede llevar a las familias a construir en lugares peligrosos, sin criterios técnicos y con materiales inadecuados que los hacen vulnerables, impidiendo su acceso a un entorno urbano equitativo. Por el otro, este sistema tiene un importante dinamismo económico debido al alto consumo de materiales de construcción y porque estas viviendas representan el principal activo de las familias.
El proyecto Vivienda Progresiva – VIPRO, busca que los propietarios de viviendas progresivas tomen mejores decisiones que les permitan vivir en casas más seguras (y saludables). Esto será posible mediante la introducción de mejoras estructurales que reduzcan el riesgo de lesiones o muerte en caso de desastre sísmico. Para lograrlo, queremos ver un mercado vibrante de soluciones de construcción que ofrezca a las familias medidas prácticas para reforzar y mejorar su vivienda y mecanismos financieros para facilitar el acceso de los propietarios a esas soluciones.
La estrategia del Proyecto Vivienda Progresiva – VIPRO se implementa a través de cuatro componentes):
El primer componente, referido a la activación de la demanda, se centra en promover cambios en la forma en que las familias invierten en el mejoramiento de sus viviendas, aumentando su interés por los servicios de refuerzo. Esto se logrará a través de estrategias de cambio de comportamiento, identificación de incentivos a la demanda, casos demostrativos, entre otros.
El segundo componente, denominado promoción de la oferta, busca fortalecer la oferta local de soluciones de reforzamiento progresivo a través de la creación de modelos de negocio y capacitación a maestros de obra para que puedan brindar servicios de reforzamiento. Finalmente, a través de este componente, estamos explorando medios para incrementar la presencia de las PYMES en el mercado de vivienda progresiva, buscando introducir asistencia técnica y otros servicios y bienes innovadores.
El tercer componente, referido a servicios financieros, busca facilitar el acceso a mecanismos financieros más relevantes que permitan a las familias invertir en el reforzamiento progresivo de sus viviendas. Esto incluye mejorar las prácticas de ahorro, productos crediticios y programas de subsidios.
Finalmente, el cuarto componente, gestión de conocimiento, se enfoca en sistematizar los resultados del proyecto y las lecciones aprendidas para replicarlos en diversos contextos.
Mejorar la oferta y el acceso a servicios, productos y tecnologías que permitan a las familias mejorar sus condiciones de vida y reducir los errores de construcción generados durante el desarrollo progresivo de sus viviendas. Esto reducirá así los riesgos sísmicos y mejorará la resiliencia estructural de las viviendas.
Este proyecto está financiado por Hilti Foundation. Este proyecto forma parte del Programa de Swisscontact para el Desarrollo, cofinanciado por la COSUDE (Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación en el marco del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores FDFA).