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El año 2022 estuvo marcado por inmensos desafíos, como el estallido de la guerra en Ucrania y la elevada inflación. ¿En qué medida esos acontecimientos han cambiado la cooperación internacional para el desarrollo?
Thomas D. Meyer: Los acontecimientos negativos del año pasado han pasado factura a la cooperación internacional para el desarrollo, y esto en un momento en que todavía tenemos que lidiar con las consecuencias de la pandemia. En Ucrania, por ejemplo, se necesita mucha flexibilidad. Gracias a la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) y a Geberit hemos podido adaptar nuestro proyecto de educación y formación profesional para hacer frente a la situación y a las nuevas necesidades de la población. La coyuntura puso a prueba la resiliencia de esas asociaciones público-privadas: pese a las difíciles circunstancias nuestro programa en Ucrania sigue en marcha.
La nueva situación mundial también supone una carga adicional para la población en los países en desarrollo y en los emergentes: la pobreza vuelve a aumentar, se encarecen la energía y los alimentos, se debilita la economía mundial, y los graves efectos del cambio climático socavan considerablemente nuestros esfuerzos a favor del progreso.
El cambio climático afecta a muchos países en los que Swisscontact tiene presencia. ¿Cómo están lidiando ustedes con eso?
Philippe Schneuwly: Los efectos del cambio climático afectan desproporcionadamente a grupos de la población ya de por sí desfavorecidos. Por ello, nuestra prioridad es prevenir los daños climáticos y adaptarnos a los nuevos retos. Estamos buscando, junto con nuestros socios, soluciones para fortalecer la resiliencia de las poblaciones rurales y generar fuentes de ingreso alternativas.
Un ejemplo interesante de nuestro trabajo es Camboya. En estrecha cooperación con varios ministerios, el sector privado y el académico, estamos ayudando a los pequeños agricultores a transitar hacia un modelo de agricultura regenerativa. De esa forma, no sólo se ayuda a la población rural, sino que también se favorece la protección del medio ambiente, puesto que el suelo puede absorber más CO2. La introducción de mejores prácticas agroforestales en nuestros proyectos de cacao y café contribuye a mitigar los efectos del cambio climático.
En el otoño de 2022, el Consejo de la Fundación Swisscontact aprobó la Estrategia organizacional 2028. ¿Qué objetivos se ha planteado Swisscontact?
Meyer: Lo que hicimos fue preguntarnos qué debería representar Swisscontact en el futuro y cuál podrá ser nuestro valor agregado. La respuesta fue clara: queremos volver a las raíces de Swisscontact como organización del sector privado suizo que apoya el desarrollo, con el objetivo de lograr el mayor impacto posible. Además, aspiramos a mejorar constantemente la relevancia y la calidad de nuestro trabajo, y a desarrollar soluciones innovadoras para los desafíos de nuestro tiempo. Queremos compartir cada vez más con nuestros socios los conocimientos que hemos adquirido en nuestros más 60 años de trabajo, y hacer que esos conocimientos impregnen nuevos proyectos en los que el sector privado local participe activamente.
¿Cómo quieren lograrlo?
Schneuwly: Queremos potenciar el reconocimiento del nombre Swisscontact en el sector privado suizo a fin de establecer nuevas asociaciones y fortalecer nuestras capacidades en aquellas áreas que son clave para resolver problemas de desarrollo de mayor gravedad, como es el cambio climático. Aprovecharemos el conocimiento y la red que nos proporciona el Centro Springfield para seguir mejorando nuestras modalidades de trabajo, asesorar a nuestros socios y desarrollar soluciones innovadoras, que esperamos poner a prueba en proyectos piloto. Además, evaluaremos sistemáticamente la calidad de nuestro trabajo, ejerciendo en todo momento la transparencia y la autocrítica. Esto genera confianza y nos ayuda a mejorar continuamente.
Swisscontact fue fundada hace 60 años por el sector privado suizo. ¿Qué tan importante será la colaboración con el sector privado en el futuro?
Meyer: Promover el sector privado local es la razón de ser de Swisscontact. Para aprovechar al máximo el impacto, alcance y sostenibilidad de nuestros proyectos, trabajamos en ellos con una estrecha colaboración con las empresas. En el futuro, esperamos involucrar aún más al sector privado como cliente y socio activo en el diseño de nuestros proyectos. Las empresas suizas deben saber que, dada nuestra experiencia, podemos ayudarles a encontrar soluciones a los complejos problemas de desarrollo y sostenibilidad que enfrentan en su operación.
Este año hubo algunos cambios en el personal del Consejo de la Fundación. ¿Quiénes son estas personas y qué han decidido hacer en conjunto?
Meyer: El año pasado, Anna Crole-Rees y Urs Grütter se retiraron del Consejo de la Fundación por razones de antigüedad. Durante muchos años, Anna Crole-Rees fue una voz importante en el Comité del Consejo de la Fundación; Urs Grütter, con sus contribuciones a los proyectos, apoyó una y otra vez a Swisscontact. Estamos muy agradecidos con ambos. Además de ellos, Thomas Gutzwiller dimitió por motivos personales, y Hans Jöhr se retiró tras jubilarse de Nestlé. A todos ellos les agradecemos su compromiso durante todo este tiempo. Christoph Meier se unirá al Consejo de la Fundación como nuevo representante de Nestlé. Para este año se planean otros cambios. También estableceremos un Consejo Consultivo Científico bajo la dirección de nuestro Consejero de la Fundación, Sabin Bieri, de quien me siento particularmente orgulloso.
Entrevista: Swisscontact