Hemos dejado atrás otro año de turbulencias y conflictos en varias regiones del mundo. ¿Qué implicaciones tiene esa inestabilidad para las poblaciones locales?
Philippe Schneuwly: Los conflictos y la volatilidad destruyen los medios de subsistencia de muchas personas. Las asistencia humanitaria de emergencia debe estar garantizada. Como organización dedicada al desarrollo sabemos que la previsión es clave para evitar dependencias a largo plazo. A fin de cuentas, se trata de la dignidad de la población local que desea ayudarse a sí misma, y debemos darle esa oportunidad. Por ello hemos asumido el compromiso de fortalecer las capacidades y los sistemas locales, incluso en contextos muy frágiles, de modo que la gente pueda, en la medida de lo posible, liberarse de la pobreza por sí misma. Esto requiere estrategias a mediano y largo plazo. Si bien el riesgo de que esas intervenciones fallen es mayor que en los contextos estables, no podemos negarles nuestro apoyo.
¿De qué manera han influido las constantes sobresaltos en la cooperación al desarrollo de Swisscontact?
Thomas D. Meyer: Los contextos frágiles caracterizados por conflictos armados, catástrofes naturales cada vez más frecuentes y pobreza generalizada constituyen desafíos sumamente complejos para el desarrollo. Vistos desde fuera, a menudo surge la impresión de que ya no es posible llevar a cabo la cooperación internacional en esos contextos. Sin embargo, si adaptamos los proyectos a las nuevas circunstancias, como hemos estado haciendo, esto no resulta cierto. Especialmente en países políticamente inestables, como Myanmar y Níger, estamos generando nuevas esperanzas para la población civil y para el sector privado. En Ucrania, la cooperación internacional para el desarrollo encarna el deseo de la comunidad internacional de brindar asistencia para la reconstrucción.
¿Qué se necesita en esos países para que Swisscontact pueda continuar con sus proyectos?
Schneuwly: Lo que se necesita principalmente son asociaciones visionarias y flexibles que, a pesar de los desafíos políticos y de otra índole, no abandonen sus objetivos. Estamos comprometidos a garantizar que nuestra labor se arraigue profundamente en el ámbito local. Durante décadas, hemos puesto en el centro de nuestro trabajo a los actores locales en todos los países en los que trabajamos, sin importar qué tan difíciles sean las circunstancias. Esa es la clave del éxito de nuestras intervenciones. La cercanía geográfica, cultural y social nos ayuda a entender las necesidades reales de las comunidades implicadas en cada momento, y trabajamos codo a codo con ellas. Esto requiere tener flexibilidad y comprensión de las circunstancias específicas, también de parte de nuestros socios financieros, para poder adaptar continuamente nuestros proyectos a las realidades cambiantes del entorno en el que trabajamos.
¿Y cómo funciona esto en Ucrania, por ejemplo?
Meyer: Es indiscutible que es necesario apoyar a Ucrania durante y después de la guerra, y que Suiza debe contribuir a ello. Desde nuestra perspectiva, Suiza no debe limitarse a enviar ayuda financiera. Nuestro país y el sector privado tienen la capacidad de ofrecer mucho más, si compartimos con Ucrania nuestra experticia en materia de desarrollo económico. Por tanto, debemos promover los elementos que caracterizan al modelo de éxito suizo, cuestiones en las que Suiza goza de especial credibilidad. Es el caso, por ejemplo, de la formación profesional en asociación con el sector privado. En nuestro proyecto en Ucrania, estamos fortaleciendo este aspecto de nuestro trabajo formando a trabajadores y trabajadoras con el apoyo activo de las empresas suizas Geberit y Sika.
El cambio climático a menudo contribuye a que estallen conflictos, y es un desafío inmenso para los países del sur global.¿Qué enfoques de nuestra labor han resultado particularmente exitosos hasta ahora?
Schneuwly: Se ha demostrado que la crisis climática afecta más a los segmentos de la población más vulnerables. Muchos países en los que trabajamos, por ejemplo en el Sahel, Centroamérica y el sur de Asia, son especialmente vulnerables. Por ello adaptamos continuamente nuestros enfoques y herramientas a fin de fortalecer la resiliencia en el ámbito local. Algunos ejemplos son la conversión a prácticas agroecológicas que promueven una agricultura resiliente al clima, o la promoción de las llamadas “competencias verdes”, es decir, competencias y capacidades que por un lado ayudan a las personas y a las empresas a adaptarse a los desafíos climáticos, y por otro, a aprovechar las oportunidades que esos desafíos puedan acarrear.
¿Qué cambios en la composición del Consejo de la Fundación se produjeron durante 2023?
Meyer: Luego de 12 años de colaboración, Christoph Lindenmeyer cumplió el máximo período de servicio en el Consejo de la Fundación, del que se despidió en mayo de 2023. Fue durante muchos años un miembro muy valioso y estimado del Consejo. Nos complace haber encontrado en Marie Gabrielle Ineichen-Fleisch una sucesora extraordinariamente competente. Leopold Wyss, miembro durante muchos años del Comité de Finanzas del Consejo de la Fundación, y Fritz Gutbrodt, se retiraron de sus funciones por motivos de edad. Los miembros recién elegidos del Consejo son Peggy Grüninger (Hoffmann-La Roche) Isabel Dalli-Wyniger (Novartis) y Christoph G. Meier (Nestlé), quienes representan a socios de Swisscontact de hace muchos años.
Entrevista: Swisscontact