El proyecto forma parte de la Alianza para el Corredor Seco (ACS) que favorece a población vulnerable en varios municipios contiguos que ocupan una gran franja de tierra seca que abarca desde Costa Rica hasta Guatemala. El objetivo del proyecto es reducir de manera sostenible la pobreza y el hambre en el Corredor Seco de Honduras. Dividido en dos clusters, Swisscontact se ocupó del componente uno del cluster dos ejecutado por Creative Associates International Inc. quien contrató a Swisscontact para la ejecución del Componente Uno.
De esta forma, Swisscontact implementó los componentes de Producción de Alimentos y Generación de Ingresos (1), orientado a incrementar la disponibilidad de alimentos de calidad en los hogares y de los ingresos y el de Educación Nutricional e Higiene dentro del Hogar (2) que se enfoca en mejorar las prácticas nutricionales especialmente en mujeres y niños. El tercer componente fue Gestión, Monitoreo y Evaluación (3) orientado a facilitar la implementación del proyecto bajo arreglos con los consultores implementadores y la medición de la línea de base, avances e impacto del proyecto. El proyecto trabajó por medio de tres instrumentos de inversión: subproyectos agrícolas basados en planes de seguridad alimentaria, subproyectos agrícolas y subproyectos de negocios, ambos basados en planes de negocios.
El diseño del proyecto incluyó el vínculo entre el componente 1 y 2 para asegurar que las familias participantes cuenten con la disponibilidad de alimentos necesarios para mejorar la dieta, la implementación de buenas prácticas agrícolas a nivel de parcelas individuales para asegurar el incremento de productividad, el enfoque de cadena de valor para insertar a los productores al mercado, las alianzas con el sector comercial privado, la formación de capacidades como elemento de sostenibilidad, el enfoque de género facilitando igualdad de oportunidades para hombres y mujeres y el monitoreo del crecimiento de los niños para evaluar el impacto del proyecto en su crecimiento.
Los principales logros del proyecto se resumen a continuación:
La meta era alcanzar un incremento de rendimiento de un 20% sobre la línea base, logrando superar esta meta de forma significativa. En maíz se obtuvo un incremento de 123.22% para el año 2019, 97.02% para 2020 y 111.12% para 2021; en el caso de frijol el incremento fue de 114.95% para 2019, 103.62% para 2020 y 126% para 2021.
Para el tercer año del proyecto se tenía una meta de $ 450.00 anuales y se logró obtener $ 789.49 (175%); para el quinto año del proyecto se tenía una meta de $ 900.00 y se alcanzó $ 1,079.28 (120%).
La meta global era de 5000 hogares y se logró llegar a 5101; un alcance del 102%.
El indicador abarca tanto capacitación como asistencia técnica a los hogares beneficiarios dentro del clúster, incluyendo también las charlas de orientación en las primeras etapas del proyecto. La meta global del proyecto era llegar a 15 000 días cliente el cual se logró presentar a través de la entrega de tres entregables:
Con la presentación de estos entregables se cumplió la meta de los 15 000 días cliente, sin embargo, hasta finales de 2021 se tiene registrado en el sistema de monitoreo del proyecto un total de 25 873 días cliente de los cuales 10 412 fueron dirigidos a mujeres logrando una participación de un 40.2%.
Se logró instalar un total de 490.22 hectáreas de riego de una meta de 500 (alcance de un 98%).
Se logró implementar un total de 101 subproyectos de negocios agrícolas de una meta de 75 y 53 subproyectos no agrícolas de una meta de 50, logrando superar la meta establecida.
Se logró alcanzar la meta de 3500 hogares que adoptaron BPA`S. De los 3500 hogares hay 3300 que realizan actividad agrícola, el porcentaje de adopción promedio de las cinco BPA básicas alcanzó un 64.90%; respecto a la adopción de buenas prácticas en la crianza de aves 233 hogares reportaron adopción, alcanzando un 76.72%.
Para el cuarto año del proyecto se logró un incremento de vínculos del mercado de 15.7% de una meta de 10% y para el quinto año del proyecto se logró un 35% de una meta de 30%.
Para el año 2019 se logró en el ciclo de primera un incremento de autoconsumo de 7.8% para maíz y en el ciclo de postrera de 5.1% y 5% para maíz y frijol respectivamente de una meta de 5%; para el año 2020 los incrementos fueron más significativos logrando incrementos superiores al 54% en los diferentes ciclos de una meta de 30%.